29/junio/2011
Querido diario:
Muchas lunas ha que el Trifulca no despedaza a Ruelas, y eso no sólo atenta contra una de las nuevas y respetadas tradiciones campechanas sino que, además, huele a podrido.
Fíjate: hay crisis política y económica en Grecia, derrame de diesel en las Islas Galápagos, la sospecha de que Hugo Chávez chupó faros en Cuba y Cartens perdió el hueso del FMI.
Elba Esther confesó que hubo arreglo en 2006 con el PAN, ocho jugadores de la Selección Sub-22 dieron positivo en Clemputerol y Calderón ya no oculta sus ganas de imponer a Ernesto Cordero que a) es simpático como un león persiguiéndote y b) es el actual Secretario de Hacienda, el cargo más odiado de cuántos existen.
Una tormenta convirtió a Campeche en una ciudad submarina y al bajar las aguas en un barrio Iraquí, Xico adquirió una propiedad más y dicen que está en pláticas con el INAH para comprar la Batería de San Antonio, y varios delegados del PRI le dieron las gracias a Miguelito Sulub y se largaron.
En tiempos más felices cada uno de estos acontecimientos hubiera sido achacado por Trifulca a la infinita e incansable maldad de Ruelas, a su torcida naturaleza, a su nefasta filiación política, etcétera, pero nada, no hemos leído una sola infamia. Así no checa.
Esto sólo tiene dos explicaciones: o Ruelas y el periódico llegaron por fin a un arreglo satisfactorio, en cuyo caso sabrá dios qué explicación piensa dar el edil campechano a sus miles de fans ante quienes juró, con una mano en el corazón y la otra en la paila de lechón tostado, no desviar un sólo peso hacia “los chantajistas de siempre”.
O en su defecto fue el gobierno del Estado el que entró al quite y pagó para que el Trifulca afloje la mordida, que tanta víscera estaba convirtiendo a Ruelas en un mártir sangrante y milagroso.
Cualquiera que sea la respuesta, tanto a Ruelas como a Fernando les salió muy barata la Operación Silencio: el dinero ni siquiera es de ellos sino de unos batos apodados contribuyentes.
Nomás para hacer memoria: Campeche merece más y Crecer para que la gente gane, querido diario.
28/junio/2011
Querido diario:
Fue un martes que, como dijo Ramiro, convirtió a Campeche en Patrimonio Histórico de la Humedad. Aquí un recuento vertiginoso:
Siglo XXI era un paisaje acuático; en el Centro Histórico se abrieron de pronto varias vías pluviales, sobre todo la calle 8; por mi casa pasó un torrente incontenible arrastrando bolsas y otros desperdicios que la perrada, siempre conciente y educada, tira donde se les da la puta gana; y el monumento a la supremacía del chile xcatic sobre el queso de bola se cubrió de agua y también del diesel que brotaba de una fuga en la gasolinera, cosa que Fernando Ortega se apresuró a desmentir enérgicamente:
“@ferortegab Completamente verificado NO hay derrame de Diesel.!”
Ahora bien, lo más triste volvió a ser la tragedia de los habitantes del fraccionamiento Presidentes de México. Pobres, pagan por las canalladas de políticos convertidos en empresarios constructores. ¿Quiénes son los culpables, diarito de las denuncias inútiles? Encuéntralos en la edición del 28 de agosto de 2007 de Tabasco Hoy o picando aquí.
Y no sólo eso: Oropeza denunció que las bombas de Fidel Velazquez y Presidentes de México no fueron encendidas a tiempo y, para colmo, sin el mantenimiento adecuado funcionan apenas a un 10 por ciento de su capacidad. Negligencia criminal.
Mientras tanto la vida siguió haciendo de las suyas. Diego Luna vino a la ciudad y comentó: “Dia redondo en Campeche a pesar de la lluvia!!! Que bonita ciudad y la comida en La Pigua, una delicia!!!”
Ebrard derogó el pago de tenencia en el D.F., cosa que aquí nos tiene sin cuidado porque los funcionarios se trasportan en yates y nosotros, por lo que se ve, lo haremos en cayucos.
Ocho jugadores de la Selección Mexicana fueron separados del plantel por el escándalo del Clemputerol.
Y antes de terminar, amado diario, te cuento que personal de Obras Públicas está laborando en el dren de Presidentes de México para que el agua fluya con rapidez. Propongo que tanto el gobernador Ortega Bernés como Ruelas comprueben la buena ejecución de los trabajos viviendo en ese fraccionamiento lo que resta de la temporada de lluvias.
26/junio/2011
Querido diario:
Hoy al llegar de Champotón tuve otra experiencia cercana al misticismo. Delante de mí iba una camioneta que, según los estereotipos de moda, pasaría por vehículo de “gente peligrosa”: choncha, negra, con placas de otro estado y vidrios polarizados. Sólo le faltaba portar una “cuerno de chivo” en cada llanta. Bajé el volumen de la canción de Shakira y le dije a mi esposa: “Ya se la enchufaron, cuando lleguemos al retén segurito la van a parar”. Pasó como Juan por su casa.
Al que enchufaron fue a mí, que conducía una esiubí (SUV) color azul mamila, placas de aquí merito, vidrios sin polarizar y transportaba una esposa, un bebé y una ranita que no deja de repetir que tiene dedos, puede contar hasta tres y es muy feliz. “Debe ser el disco pirata de Shakira”, pensé.
El policía me lanzó un “¿de dónde viene?” y le dije que de Champotón. Creo que era la verdad porque el poli asintió como cuando la maestra Amalia preguntaba cuánto era dos por dos y yo respondía que cuatro. Echó una mirada al interior, descubrió a los pasajeros y comentó algo siniestramente enigmático: “Pura familia, ¿no?”. Hizo la seña de que me fuera.
Rumbo a casa repasé lo sucedido: ¿por qué a nosotros sí y a los de la pinchi troca choncha negra polarizada no, güe? Llegué a una conclusión:
En algún momento los narcotraficantes comprendieron que esa clase de vehículos los delataban y decidieron cambiar de estilo; entonces compraron esuibis, de preferencia color azul mamila, y no las polarizaron, para que el camuflaje fuera perfecto; de esa forma han engañado a la policía y condenaron al fracaso la lucha contra el narco del presidente Calderón.
Ah, pero la “gente decente”, cuando se percató de la estrategia tan mala leche de los narcos, empezó a comprar pinchis trocas chonchas, negras y polarizadas, porque en esta vida hay niveles, y hasta le pusieron placas de Sinaloa para que se notara la clase, o tal vez nomás por joder.
Afortunadamente la policía ya está enterada de todo, de ahí que la troca que iba adelante pasara sin problemas y a mí, en cambio, me detuvieran pensando que “El Chapo” intentaba internarse en la Ciudad Amurallada. Es la natural inversión orwelliana del mundo resultado de la guerra contra el mal, aunque por estos aparentes sinsentidos es que los yucatecos, infamemente, nos acusan de hacer las cosas al revés. Canallas (los yucas).
En fin y tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.