Hoy, en nombre de Marcela, Layda eligió ir a la Guerra Santa contra su propio pueblo.
Pareciera que el guión que está siguiendo la goberladrona fue escrito por un enemigo en verdad implacable o tal vez por alguien peor, como su sobrino.
No hay nada nuevo en los argumentos de guerra de la señora: Marcela es buena y los otros son malos, los policías son manipulados por gente perversa, Alito tiene metidas las manos, Eliseo es el perpetrador de la huelga y las marchas.
Lo que sí es nuevo es la virulencia con la que se refiere a los nueve policías que, dice, controlan a los 800 agentes en huelga.
Les llama chacales, para comenzar, y además los acusa de acosadores sexuales y otros delitos que la Fiscalía, cómo no, digirió con premura para armar las carpetas de investigación.
La vieja escuela política que aplicaba la ley de forma selectiva y echaba a andar fiscalías y judiciales para castigar disidentes, se reedita hoy con la hija pelirroja del Negro Sansores. El priismo no se crea ni se destruye, solo se 4Transforma.
Al elegir la Guerra contra su pueblo, Layda convocó a la mamá de las marchas el próximo 13 de abril. Creo que será el amontonamiento de gente más grande de la historia de esta entidad, y lo celebro desde ya.
Lo celebro porque, además del gentío, imagino a Jamile Moguel y otros candidatos de Morena viendo en esa multitud los votos que no van a tener, el anuncio fatal de su derrota y luego, porque el resentimiento es caborón, los veo ideando torturas asiáticas destinadas a la culpable de los delirios seniles de Layda, la tal Marce, como por ejemplo: soltarla sin guaruras en medio de una procesión al Señor de San Román.
Layda ya se radicalizó: va contra los policías rebeldes y, al hacerlo, va contra los campechanos que respaldamos esa huelga porque no queremos a Marcela y sus michoacanos, ni la violencia, las ejecuciones, el cobro de extorsiones y otras desgracias que llegaron con ellos.
Layda está emperrada en seguir destruyendo nuestra tranquilidad, nuestra paz social, para beneficiar a los forasteros que la parasitan, y nop, eso no se puede tolerar.
Es un crimen contra Campeche.
Por tanto, amiguitos, nos vemos el 13 de abril y, a partir de ese día, nos veremos todas las veces que sean necesarias porque Marcela se va.
Besitos insurgentes.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.