En Champotón, cuyo nombre significa “lugar donde los dioses siembran baches”, no hubo suministro de agua potable durante nueve meses, pero el alcalde, responsable directo de lo anterior e inmune a su propia negligencia, tuvo la iniciativa de construir un parque acuático y una alberca olímpica.
Hoy mi pueblo fue visitado por Alito, el nuevo gobernador de la entidad más segura de este cuadrante del cosmos, y me enteré porque cada bache estaba saturado de policías.
Lo que me sorprende es que pocos, muy pocos perciben los colosales absurdos detrás de los ejemplos que relaté arribita. Mucho me temo que en Campeche son más los baches que las neuronas.
Besitos.
Tantán.
Nota reciente:
La secretaria de Relaciones Exteriores exigió al gobierno egipcio el esclarecimiento de los hechos en los que murieron algunos mexicanos e hirieron a otros. Muy bien. Pero en el régimen de Peña Nieto llevamos ya 60 mil muertes violentas, entre ellas los casos Tlatlaya, en el que el IFAI se reservó la información por seis meses, y Ayotzinapa, cuya “verdad histórica” ha sido destrozada una y otra vez.
El esclarecimiento que Peña Nieto exige a los egipcios se convierte en encubrimiento y mentira para los mexicanos, pero me sorprende que, salvo unas pocas voces que exigen justicia y algunas otras que respaldan la infamia, la gran mayoría no se interesa por las contradicciones del gobierno ni se conmueve por el baño de sangre.
Pareciera que en México hay dos tipos de muertos: los de verdad y los muertos de miedo y silencio y conformismo y cobardía.
Besitos y tantán, again.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.