Ayer, Maduro leyó pasajes de la Biblia en televisión nacional y en algunos momentos llegó a compararse con Jesucristo, totalmente des-chavez-tado el gorila, mientras su policía sumaba seis manifestantes asesinados, más de mil encarcelados y continuaba la persecución de los cabecillas de la revuelta que se desató después del fraude electoral del domingo pasado.
Como siempre, el régimen que llega al poder en nombre del pueblo termina persiguiendo al pueblo.
Pero pesar del ambiente de terror impuesto por los maduros, la protesta sigue creciendo.
Ya no quedan estatuas de Chávez en pie, el Palacio de Miraflores, residencia oficial de Maduro, está rodeado de manifestantes, y la comunidad internacional ha jugado su papel condenando la trampa en las votaciones.
Bien por Venezuela, que ha sufrido ya demasiado con las aberraciones de Chávez y sus clones.
Pero en esta derrota del gorila merolico hay una señal de alerta para México por una ecuación simple: si cae Maduro, poco después caerá Cuba.
El cubano es un régimen parasitario cuya materia de exportación es, en primer lugar, el trabajo esclavo de sus médicos, en realidad activistas políticos cuya función es predicar el credo socialista; y en segundo lugar las caravanas artísticas, prostíbulos portátiles cuyo padroteo corre a cargo de Canel, una especie de Pedro Navaja en versión jumbo.
Venezuela ha sido el báculo de la vejez del régimen cubano que desde hace mucho es incapaz de sostenerse por propio pie, pero eso está a punto de cambiar con la revuelta venezolana y ahí radica la preocupación de las que le hablaba.
Sin Venezuela arrimándole recursos, la única esperanza de superviviencia para Cuba es México, es decir, nosotros quedaríamos a cargo de mantener saludable la tiranía de Canel y Castro.
Amlo le ha dado a la isla medicinas, a pesar del desabasto que hay en nuestro país; le ha dado petróleo, ha contratado a los esclavos de la salud sin importarle que en nuestro país haya tantos médicos verdaderos, de los que sí saben poner inyecciones, sin trabajo. Y un largo etcétera.
Y si, por lo visto hasta ahora, será Amlo el que gobierne a través de Claudia Shitbaum, hay razones para pensar que con todo el gusto del mundo aceptará el reto y se hará cargo de los gastos de la isla con el dinero de nuestros impuestos…
…Y la verdad es que nosotros, con los ocho y medio billones de pesos que dejará como legado del Bienestar el fraile del Totoposte, con los hospitales reducidos a ruinas, con la matanza impune que enmarca la alianza de la 4T con el narco, con tantas desgracias encima, no estamos en condiciones de ser candil de la calle.
Besitos que saben que no hay maduro que no se pudra,
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
