Cargando su equipaje, una caja de huevos El Calvario, AMLO va mañana a EU. Para calentar el ambiente, Trump insistió hoy en la cancelación del DACA, el programa que protege de la deportación a unos 700 mil jóvenes inmigrantes conocidos como dreamers que estudian en ese país y, además, en compañía de las agencias fronterizas, supervisó la construcción del muro que es elemento central del mensaje racista con el que llegó a la Casa Blanca.
Y para finalizar los detalles de la bienvenida, Trump acusó a Nueva York y Chicago, ciudades santuario para inmigrantes indocumentados, de proteger criminales.
Sobre el tema del muro y los indocumentados, el AMLO candidato escribió en su libro Oye, Trump: “Rechazamos la erección de ese monumento a la hipocresía y a la crueldad. Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos”. Pero el AMLO presidente es diferente y ante el gringo anaranjado se comporta como un arrecife oligofrénico.
El miércoles por la noche Trump ofrecerá una cena a nuestro presidente. Los invitados de AMLO son Ricardo Salinas Pliego, Olegario Vázquez, Bernardo Gómez, la Mafia del Poder dueña de las televisoras, y Carlos Hank, el empresario líder del grupo Atlacomulco y dueño de Banorte. También Slim recibió invitación pero no ha confirmado su asistencia. Lo que le hubiéramos dicho a Peña Nieto en una aberración similar, por fortuna las cosas ya cambiaron, ya no es como antes. Estamos en el cambio verdadero.
AMLO ha señalado miles de veces que encabeza una Cuarta Transformación que pretende erradicar el neoliberalismo que frenó el crecimiento económico, incrementó la pobreza y estimuló la corrupción. Pero señaló que esta visita servirá para celebrar la entrada en vigor del T-MEC, que es la continuación del neoliberal Tratado de Libre Comercio (TLC) concebido por el más neoliberal de nuestros presidentes, Carlos Salinas. Es como si Lutero festejara al papa Borgia, pero si algo nos ha enseñado la 4T es que hasta Bartlett puede redimirse.
A pesar de que AMLO se ha negado a usar cubrebocas, ponerse gel, incluso a hacerse la prueba de detección de contagio, y así ha emprendido innumerables giras por el territorio nacional para estar en contacto con el pueblo bueno y sabio, para su visita a Trump aceptó someterse al test de covid: “Ir enfermo a EU sería irresponsable”, dijo.
Desde el principio de su mandato, AMLO definió su posición ante el presidente de los EEUU permitiendo que nos convirtiera en Tercer País Seguro, llenando la frontera de migrantes que nunca podrán pasar al otro lado y a los que nosotros debemos procurar salud, educación y trabajo, y haciendo de la Guardia Nacional una extensión de la policía migratoria de EU.
La Guardia Nacional peleando heroicamente contra centroamericanos desarmados mientras el narco entrega despensas y postea su generosidad en redes sociales, o desangra regiones enteras del país y atenta contra policías, periodistas y activistas sin que la autoridad represente una molestia.
Esa posición ante Trump se reforzó con el “apoyo” que nos brindó en la cumbre petrolera de abril, cuando aceptó cubrir nuestra cuota en el recorte de la producción. “México nos lo va a pagar después y puede ser en otra forma”, dijo Donaldo. Ese “después” ya llegó. AMLO irá a los EU para que Trump le haga y le diga lo necesario para levantar su campaña rumbo a las elecciones que por ahora tiene perdidas.
Dada la inestable personalidad de Trump, no sé hasta que punto la condición de víctima pueda favorecer a AMLO en caso de reelección, y por supuesto que esta visita lo afectará irremediablemente frente a Biden y los demócratas que están a un paso de la Casa Blanca. Pero hay un rayo de luz al final de este sendero en penumbras: “No voy a decir nada en Estados Unidos”, dijo AMLO en La Mañanera. Tal vez suene indigno que nuestro líder asimile sin quejidos ni lamentos las agresiones, que por su silencio quede como idiota ante el mundo, pero es mejor eso a que abra la boca y despeje toda duda.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
