En la imagen vemos los lonches que repartieron a empleados del gobierno de la CDMX y acarreados que asistieron voluntariamente a la fuerza al informe de #EsClaudia Shitbaum.
Fue conmovedor cómo la jefa de gobierno se emocionó con las demostraciones espontáneas de cariño y el respaldo desinteresado a sus aspiraciones políticas.
Con esto se confirma que los morenos no son iguales. Antes, cuando los conservadores y la robadera, empleados y acarreados iban voluntariamente a la fuerza pero con el espíritu quebrado. Ya no. Alguna vez esa masa obligada por la necesidad gritó: “Peña, bombón, te quiero en mi colchón”, pero estos son otros tiempos, tiempos de apoyo libre y voluntario, y se nota: a Claudia nadie le ha gritado eso.
Besitos, bombones.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.