23/enero/2012
Querido diario:
Hace algunos años asistí a un almuerzo con el alcalde Fernando Ortega, uno de los varios que tuvimos en aquellos tiempos. Lo encontré agobiado por el golpe brutal que habían recibido las finanzas del Ayuntamiento por la celebración del carnaval y practicando una extraña forma de masoquismo: determinar el costo por minuto de la actuación de Alejandro Fernández. Cuando acabó me mostró la cifra y, sí, era un dineral. Durante toda la comida estuvo señalando las cosas que podría haber resuelto en el municipio de no verse obligado a tirar el dinero en esas “pendejadas”.
A estas alturas, querido diario, creo que ya estarás enterado de la tragedia: el gobierno del Estado se retrasó 6 meses en el pago y el viernes pasado la CFE cortó el suministro eléctrico del hospital Manuel Campos. La colisión entre estas miserias burocráticas orilló a la Secretaría de Salud a efectuar maniobras de emergencia para trasladar a los pacientes al hospital de Especialidades, y tal vez por coincidencia, tal vez como consecuencia, fallecieron dos recién nacidos.
El viernes, en medio del escándalo, Fernando Ortega calificó el corte como “irresponsable, grosero e inadmisible”. Tenía razón: por humanidad y sentido común la CFE jamás debió haber procedido de esa forma: fue un acto criminal. Y la indignación aumentó cuando el superintendente de la Zona Campeche de esa empresa, José Bernal Segura, argumentó en su defensa lo siguiente: “A nosotros nos piden resultados”. Cuando los lineamientos administrativos se imponen a la salud y la vida, es tiempo de cubrirnos con pieles y buscar una cueva donde resguardarnos.
Ahora bien: en esta tragedia la responsabilidad de la CFE es incuestionable, pero sobre el gobierno del Estado pesa también una inmensa culpa.
El viernes, el gobernador arguyó que si el problema del adeudo era tan grave, bastaba con que le hubieran informado a él o al secretario de Gobierno para llegar a un acuerdo.
En su comunicado del día siguiente, la CFE respondió que había notificado en cuatro ocasiones al hospital (21 de septiembre, 20 de octubre y 14 de noviembre de 2011 y 4 de enero de 2012), que las autoridades estatales estaban advertidas del día y la hora en que se procedería al corte y que el 17 de noviembre el superintendente de la Zona Campeche, José Bernal Segura, informó al secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina, “a fin de agilizar las gestiones”.
Si el gobernador fue sorprendido por los acontecimientos, ya sabe a quién responsabilizar.
Pero eso no es todo. Fernando Ortega atribuyó el adeudo a problemas presupuestales. Reveló que el Estado paga a la CFE alrededor de un millón 400 mil pesos por el hospital de Especialidades, 300 mil pesos por el Vidal Vera y 200 mil pesos por el Manuel Campos, cantidades difíciles de saldar debido a la “situación de austeridad” que vive su gobierno.
Con el enorme respeto que le tengo al goberladrón, me parece que esa “situación de austeridad” es ilusoria. Dos ejemplos.
A través de Transparencia, un amigo logró obtener información del presupuesto destinado a Comunicación Social durante los primeros 9 meses de gestión solidaria. El monto es escalofriante: 453 mil pesos diarios, o lo que es lo mismo, 18 mil 800 pesos/hora, y no existen razones para pensar que ese dispendio ha disminuido: el gobernador sigue siendo el propietario absoluto de las primeras planas y los elogios de la prensa campechana.
Lo anterior indica que el recurso existe y que el problema no es de “austeridad” sino de prioridades: para el gobierno solidario la compra de lealtades mediáticas es más importante que la salud y la vida de los campechanos. Es tiempo de cubrirnos con pieles.
Para colmo, el sábado el PRI-Gobierno festejó la inscripción de los aspirantes al Senado elegidos por el hombre que representa a toda la militancia: Fernando Ortega. La “manifestación espontánea de apoyo” incluyó el alquiler de decenas de camiones para el acarreo de una multitud equipada con pancartas y matracas a la que alimentaron con jugos y tortas. Ignoro cuánto habrá costado el evento, pero les aseguro que la cantidad rebasa por mucho la deuda de 500 mil pesos que un día antes dejó sin electricidad a un hospital. Es tiempo de buscar una cueva donde resguardarnos.
La conclusión es dolorosa. Para el gobierno solidario lo primordial es el culto a la personalidad y las frivolidades políticas, y por tirar dinero en esas “pendejadas” expuso a 14 pacientes y dos recién nacidos a las monstruosidades de Clase Mundial de la CFE. Tristemente, ahí tienen los resultados.
Así las cosas en esta granja orwelliana que es Campeche, querido diario, donde “todos los animales somos solidarios, pero algunos animales son más solidarios que otros”.
13/enero/2012
Querido diario:
Mi fuente en el PAN me acaba de informar que no son tres las grabaciones de Ruelas: son siete, una de ellas impublicable porque se trata de una conversación “comprometedora” con el gobernador. Me dice también que es poco probable que se difundan más de las que circulan porque ya se logró el efecto deseado: colocar al alcalde al borde de la derrota en las internas panistas del próximo domingo.
Es casi un hecho, entonces, que el candidato plurinominal a la diputación federal será Eliseo Fernández Montufar, amigo de Manuel Sarmiento Urbina, presidente del CDM del PAN en Champotón y hermano de Roberto Sarmiento, secretario de gobierno.
Según mi fuente, la amistad entre Manuel y Eliseo es tan estrecha que fueron juntos a Las Vegas para presenciar la pelea entre Márquez y Pacquiao, en noviembre pasado. Por supuesto, los gastos corrieron a cargo de Eliseo. Además, me juran que es uno de los invitados imprescindibles a las fiestas en el bunker sihochaqueño de Roberto Sarmiento, a las que también asiste mi líder Fernando Ortega.
Rastreando en Internet quién es Fernández Montufar, me encontré con una nota de Daniel Sánchez publicada en ¡Por esto! en la que el precandidato blanquiazul aparece como beneficiario del gobierno estatal.
Querido diario: lo que está sucediéndole a Ruelas es para pegarse un tiro. En noviembre fue acusado vía twitter de haber viajado a Las Vegas para asistir a la pelea entre Márquez y Pacquiao, infamia que logró desarticular a tiempo. Y ahora resulta que quien sí estaba ahí era Eliseo Fernández.
Y para colmo, a partir de las grabaciones que le hizo algún Iscariote con pluma-grabadora y que sepultaron a Ruelas bajo el peso de sus propias declaraciones, entre ellas la amenaza de vender la elección, está a punto de perder ante un adversario tan cercano al gobierno del Estado que, de llegar al Congreso, sería un diputado panista al servicio de la justicia solidaria.
Oh, Ruelas: de las siete veces que te grabaron antes que cantara el gallo, sólo tres fueron de muerte.
09/enero/2012
Querido diario:
Desbocado ya el escándalo por las declaraciones del primerizo y caliente Rosado Ruelas, ex presidente municipal de Campeche, entramos en la segunda parte del espectáculo: qué trato van a darle los medios de comunicación locales a la nota.
Sé que ustedes conocen bien la mecánica: Tribuna y Telemar van a destrozarlo, Telesur a defenderlo, etcétera. Pero el caso es tener una idea más concreta de las motivaciones de cada medio para fusilar a Ruelas o para servirle de vehículo blindado.
Por tanto, aquí les presento lo siguiente:
El 6 de octubre pasado solicité a la Unidad de Acceso a la Información Pública del Municipio de Campeche los nombres y el monto de los medios de comunicación, impresos, electrónicos o de cualquier otra índole, que recibían dinero del Ayuntamiento.
El 31 de octubre me respondieron con la Resolución 110-11, que aquí les presento:
Con los datos contenidos en esta tabla ya tienen ustedes una idea de quiénes pondrán a Ruelas como el Bejarano de Campeche, y quiénes argumentarán que todos cometemos locuras, sobre todo si somos primerizos y estamos calientes. Cierto: lo dicho por Rosado Ruelas es intolerable, pero la ética periodística en Campeche es feliz objeto de prostitución.
Besitos.
Tantán.
