Día 19. Sigo en la cárcel por orden del gobernador Alito Moreno Cárdenas.
#BestiometroNoSeCalla
Para presumir sus cirugías y divulgar sus aspiraciones de candidato presidencial, Alejandro Moreno Cárdenas dilapidó 1,290 millones de pesos, el equivalente del costo del nuevo puente de la unidad, sólo que para el pago del puente Alito solicitó una deuda que los campechanos pagaremos durante 20 años, en tanto que a la prensa a modo, que lo baña en elogios y respaldó su disparatada precampaña hacia Los Pinos, les pagó sin dilación, de inmediato, cash.
¿Es justificable lo anterior? Bajo el imperio de la lógica, no. mucho menos cuando Campeche es el bastión de la pobreza, el desempleo y la corrupción, que ha crecido en un 30% en los últimos dos años (INEGI). Pero bajo el imperio de Alito, como el de Duarte en Veracruz o el de Borge en Quintana Roo, si: es el boato monárquico. Y tales excesos, enfrentados a la protesta de nadie y a la sumisión de todos, han matado a Campeche.
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Y el tiradero de dinero a la prensa sigue, porque los textoservidores no sólo sirven para halagar al Supremo inconsciente y sus delirios, sino también para acribillar a los enemigos políticos.
Nunca hubo una opositora más dócil que Yolanda Valladares, dirigente estatal del PAN. En los momentos mas aberrantes del gobierno de Fernando Ortega, con el megadrenaje como ejemplo perfecto de corrupción, y los dos primeros años de Alito Moreno, cuyas bajezas son por todos conocidas, doña Yolanda guardó un silencio a prueba de balas. Todos felices.
Pero de pronto algo nubló esa felicidad. Doña Yola quiere coronar su carrera política con una senaduría, y a sabiendas que lo suyo no es el arrastre popular, que su simpatía es la de un león persiguiéndote, su llegada al senado depende de los votos que puedan acarrearle Pablo Gutierrez en Carmen y Eliseo Fernandez Montufar en Campeche.
Al mismo tiempo, Alito pretendía que Yolanda bajara a Eliseo de la candidatura a alcalde por la capital, porque su franquicia de diputado talachero y el rencor popular contra el PRI lo han colocado como el hombre a vencer, muy arriba del prospecto del gobernador, Claudio Cetina, que a pesar de la millonaria inversión para impulsarlo no logra sobreponerse a la campaña del Cambio del Chip que lo destruyó.
Yolanda, mas leal a sus ambiciones que a las de Alito, se amachó y mantuvo a Eliseo como candidato, y con ello se ganó el desprecio de Moreno Cárdenas y la consiguiente carga de caballería de los textoservidores que, casualmente, acaban de descubrirle propiedades que suman, en total, 19 millones de pesos. Rata la señora, dicen. Pero, ¿qué tan rata?
Para donde se mueva, Alito lleva una camioneta Lincoln y 4 Suburbans, todas con blindaje de máximo nivel, atiborradas de guaruras muy bien armados. La imagen es paródica: el gobernador necesita un escuadrón de guerra para trasladarse por la entidad que, según afirma, es la más segura del país. El gasto es insultante: cada camioneta, con arreglos especiales para tranquilizar la paranoia, cuesta hasta 3 millones de pesos.
Sólo en vehículos, Alito rueda 15 millones de pesos arrebatados de nuestros bolsillos, un quien vive con las propiedades de Yolanda.
La cosa empeora si comparamos el costo de las casas de una con la mansión de 100 millones del otro. Rata la señora, creo que si. Pero ratita. los 19 millones de pesos invertidos en sus chozas representan apenas una quinta parte del costo del mausoleo del Supremo.
De ahí la risa que provoca la prensa a modo y sus ataques hacia doña Yolanda, prueba de la miopía selectiva del gremio, que en la ciencia del robo ve la paja en el ojo de la Valladares pero no la viga monumental que carga el Alito Moreno, el amo de todos los chayos.
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Y sigue fluyendo el dinero para fusilar opositores vía medios de comunicación.
De la mala telenovela de Eliseo, su esposa y el divorcio pasamos a las bardas que, de pronto, aparecieron pintadas con el dibujo de Montufar decapitando al gallo claudio.
La pinta fue un milagro de logística, una movilización nocturna bien armada como no se veía una desde que las huestes de Alito arrancaban las lonas del corazón que la gente colocaba en sus ventanas para apoyar a Fernando Ortega.
Y así como, de pronto, hubo pintura en las bardas (casualmente Claudio andaba pintado banquetas), también de pronto y al mismo tiempo la prensa se escandalizó por la violencia del chinito y nos advirtió del riesgo que representa el panista: Eliseo es un peligro para Campeche. ¿Les suena conocida la estrategia?.
Qué impotencia causa tanto dinero gastado en estas campañas de odio que, de tan sobadas, no sólo no engañan a nadie sino que enardecen aún más al pueblo harto de las necedades priistas, y que, para colmo, el propio Claudio termina arruinando al tributarle a Eliseo el mejor homenaje que se le puede rendir a alguien: el de la imitación.
Besitos hostigados.
Tantán.
