Leona Vicario dio dinero durante la independencia y no la grabaron, dijo doña Boatriz Gutiérrez. Dejando de lado el desfase cronológico, ya muy comentado, centrémonos en la comparación entre doña Leona y Manuel Velasco que es un insulto a la mujer que sí supo aceptar su edad con entereza: la Vicario no se inyectaba botox; y en el atrevimiento de ponerle a Pío López Obrador la casaca de insurgente, como si cargar bolsas de papel de estraza lo convirtiera en El Pípila.
La maroma es muy mala, caraxo, y además es temeraria en estos tiempos en que Raúl Pozos busca salir de la clandestinidad en que vegetó durante 38 años, disciplina priista le llaman, para buscar una ubre presupuestal que lo cobije.
No es casual, doña Boatriz, que en el momento en que Raúl reveló su renuncia al tricolor se haya desatado una de las semanas más convulsas de la 4T, incluidos los videoescándalos cuyo punto crítico fue la conversión de Pío Obrador, hermano del fraile de los pantanos, en una adaptación tropical de Bejarano.
Son tiempos delicados, doña Betty. Basta con que Pozos publique una nueva versión de su renuncia, un video donde mueva la manito como gatito chino de la suerte o anuncie que quiere transformar el Campeche que ayudó a destruir en el Campeche que todos queremos, para que el destino, empeñado en acomodarlo en el olvido, distribuya más videos como el de Pío López Obrador; y usted, al defender a la 4T con esa ridícula analogía histórica de la Vicario y enjaretarle a su cuñado la categoría de figura mítica, ofreció a los hados inspiración para maquilar más capítulos que La Guerra de las Galaxias. No falta mucho para que veamos a La Corregidora votando por el Verde Ecologista, Juárez bailando samba sobre el derecho ajeno y Zapata sobornando árbitros para que gane el América.
Hágame caso y ya no le rasque los tanates a la Providencia, doña Boatriz, que ante las fuerzas en juego sus ejemplificaciones históricas corren el riesgo de aparecer en Facebook Watch como reediciones perversas. Mejor vuelva a esa etapa de hacerle el feo a los niños con cáncer y así estará usted, sus héroes y su 4T a salvo de cualquier intento de Pozos por hacerse visible, porque el fario que lo persigue puede provocar pestes y hecatombes pero, para tranquilidad de su conciencia, doñita, no puede producir efectos colaterales benignos, como que esas criaturas en agonía despierten la misericordia de su marido.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.