Veo meme en Facebook: imagen de Damián Alcázar y pregunta: ¿de cuándo acá quitarle los fideicomisos a Derbez equivale a atentar contra el cine mexicano?
Mi primera reacción fue exclamar: ¿así que este tipo se gastaba en sus bodrios el billuyo que tanta falta hace ahora para la consulta de AMLO?, pero me acordé que los troles están desatados contaminando las redes con vaguedades, falsedades y simplezas, tons reformulé la pregunta: ¿fue Derbez el gran beneficiario de los fideicomisos del cine? A investigar.
Llegué a la página del Fondo para la Promoción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) y encontré más de lo que buscaba: de 1998 a 2019 apoyó a más de 400 películas, cortometrajes y documentales, entre ellas Sexo, pudor y lágrimas, que la vio medio mundo y debe haber devuelto con creces los 3 millones y medio de pesos que recibió como estímulo.
También me topé con La ley de Herodes, de 1998. Recordé que el PRI la quizo enlatar y no pudo aunque su intento estaba justificado: en 122 minutos le acomodan una frutiza brutal mostrando los embustes de Juan Vargas, encarnado por Damián Alcázar, arquetipo de tantos parásitos enfermos de poder que ese partido engendró. La película y la canción de Molotov, Gimme the power!, fueron parte del prólogo a la primera caída del tiranosario en el 2000. Un clásico.
Ahora bien, ¿cómo fue que esta cinta contra el PRI se produjo y estrenó precisamente durante el régimen del PRI y en el momento en que mayor peligro corría de perder una elección presidencial por primera vez en su historia?
Simple, porque los fideicomisos no están sujetos al mando en turno, son independientes, cuentan con consejo propio y eso les permite proyectos multianuales necesarios para la ciencia, o que no tendrían respaldo en las instituciones directamente involucradas con el presidente y sus Juanitos Vargas.
El crimen del padre Amaro, largometraje taquillero basado en la novela de Eça de Queirós (a quien leí, por fin, durante mi estancia en la cárcel), está en el catálogo, lo mismo que La tregua y El coronel no tiene quien le escriba, inspiradas en letras de Benedetti y García Márquez.
Entre los documentales hallé Muxes: auténticas, intrépidas y buscadoras de peligro, sobre los mixtecos homosexuales que defienden su lugar en su cultura; Frontera infinita, que relata la travesía de los centroamericanos hacia EEUU; o Los últimos Kiliwas, la tragedia de un pueblo indígena de Baja California que sobrevivió a la conquista y la revolución pero no al gobierno mexicano y al fenómeno mortal del narco. Estos testimonios difícilmente encontrarían amparo en el cine comercial.
De la mano de Benjamín García (a) “El Benny” y Eufemio Mata (a) “El Cochiloco” nos embarcamos en el cártel de Los Reyes, en sus métodos y su sociedad con policías y militares, y de esa forma conocimos las entretelas de la guerra que declaró Calderón y comprendimos que no sólo nació derrotada sino que era una mentira sangrienta.
El infierno vio luz en el 2009, justo a la mitad del sexenio de Felipe, y fue un golpe directo a su línea de flotación. ¿Será posible algo similar, por ejemplo un filme sobre la liberación de Ovidio, otro episodio fársico, cuando el fideicomiso se disuelvan en manos de AMLO si, como hemos visto, al monje del platanar le salen ronchas con las notas del Reforma o las críticas de Loret y Brozo?
Por cierto, Foprocine también subvencionó “0.56%”, una crónica sobre López Odiador en 2006 que documenta su desafuero, su derrota, el fraude, el plantón, la presidencia legítima y la polarización. Otro duro garrotazo a Calderón en plena jeta y en su momento estelar.
No encontré a Derbez en Foprocine. No se aceptan devoluciones fue financiada por Fidecine, el otro fondo de Imcine, que recuperó su inversión y ganó lo suyo.
Sería iluso afirmar que en los fideicomisos no existía corrupción cuando hasta el que creó AMLO para ayudar a los damnificados del sismo fue un festín de ratas, pero era mejor sanearlos que desaparecerlos. Ahora el dinero del cine será controlado por un Juan Vargas de AMLO y sabemos qué nos espera.
Por último, si usted es chairo laydista y ha condenado los fideicomisos, fíjese qué cosas: Layda María Esther Negrete recibió una buena cantidad de Foprocine para filmar Presunto Culpable en 2009. Ella es hija de La Tigresa de Oriente sucursal Campeche: Layda Sansores.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.