El Prian era una vergüenza nacional. Todos sabemos sus truculencias pero voy a recordar aquí algunas nada más por diversión: Peña Nieto falsificó su tesis, Osorio Chong nunca pudo acreditar sus grados académicos y Alito estuvo inmiscuido en un escándalo de bachilleratos apócrifos, luego compró uno en el INEA de Bécal y años después presumió un título de abogado emitido por la René Descartes donde nadie lo vio nunca, no tuvo compañeros de generación ni borrachera de graduado ni álbum del recuerdo. El Nuevo PRI.
El Viejo PRI practicó y perfeccionó la corrupción, pero también creó instituciones imperecederas como la Todología: el licenciado priista podía despachar hoy asuntos culturales, mañana en el ministerio de agronomía y pasado en el Instituto de la Mujer. Hank González, por ejemplo, lo fue de todo y sin medida y ese legado fue respetado con puntos y comas por el PRI 3.0: Videgaray pasó de Hacienda a Relaciones Exteriores y a Meade sólo le faltó ser La Gaviota.
Calderón era panista por herencia y convicción, decía, y enemigo jurado del priismo, pero como presidente le entró son singular frenesí a la Todología llevando a sus íntimos César Nava, Ernesto Cordero y Germán Martínez por todos los rincones del PAN, de la administración pública y del bar subterráneo de Los Pinos.
Las supersticiones fueron cosa compartida por viejos y nuevos priistas y por los bragados blanquiazules.
El creador del partido institucional, don Plutarco, era un anticlerical feroz pero visitaba al milagroso Niño Fidencio; Ruiz Cortínez temía al número 13, le causaba terror; López Mateos traía siempre en uno de sus bolsillos un chupamirto, para la buena suerte en el amor; el primer borrador de la no-primera dama Boatriz Gutiérrez Müller fue doña Carmen Romano de López Portillo, pianista y amante de las artes, que trajo a México a Uri Gueller y lo promovió hasta en el programa de Raúl Velasco. Gueller hacía cosas muy útiles como doblar cucharas y detener relojes con el poder de la mente. Elba Esther Gordillo viajó al África para que le hicieran un hechizo que le garantizaría poder y dinero. Vicente Fox tomó protesta como presidente aferrado a un crucifijo que le entregó una de sus hijas, y en los primeros años del sexenio Madtita Sahagún consultó con un grupo de “mayas galácticos” y luego se entregó a la santería.
En Campeche, no pocos gobernadores han basado sus decisiones en las limpias, los astros, las voces de los espíritus o de los extraterrestres, la metafísica del bótox o en los murmullos en la nuca del guarura de día y mozo de estoques de noche.
Les dije que el Prian era una vergüenza nacional, sus fechorías son infinitas, caraxo; quién sabe cómo fue que aguantamos tantos años. Por suerte llegó AMLO y todo ha… esperen.
Hace unos días el fraile de los pantanos realizó un intercambio de posiciones en su gabinete. La subsecretaria de Gobernación, Diana Álvarez Maury, fue nombrada como nueva directora del Banco del Bienestar y Rabindranath Salazar pasó del banco a la subsecretaría.
Diana Álvarez es licenciada en Derecho por el ITAM, semillero neoliberal que AMLO ha repudiado en varias ocasiones. Además, Diana dijo haber estudiado una maestría en la Universidad de las Américas que hasta ahora no ha podido comprobar y de la que no existe ningún registro, y aseguró haber publicado un artículo académico, el único de su vida, en una revista de la Universidad de Miami del que no hay rastro ni siquiera en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, donde están archivados hasta los artículos de Teresita Durán en el Tribuna.
Pero no se entristezcan. Entre la red de mentiras de Diana hay una verdad que deslumbra: ella es terapeuta en transmisión de energía cósmica, es decir, concentra en sus manos la fuerza del universo y mediante diestros movimientos la dirige para sanar enfermos y producir hectolitros de caldo de rodilla derecha.
Y por si fuera poco, es consultora en Semiología de la Vida Cotidiana, una disciplina cuyo objetivo es transformar el sistema de creencias, ideas y pensamientos para desvincularnos de la matrix y reconciliarnos con la belleza del ser y la paz interna, temas por demás necesarios en la administración de un banco.
Para finalizar la semblanza biográfica de doña Diana, les diré que Sanjuana Martínez, hoy directora de la agencia de noticias del gobierno mexicano, Notimex, la acusó de ser amante de Gertz Manero, actual fiscal de la República que debe dar unos gemidos sabrosos cuando le aplican un llegue de energía cósmica.
En su nuevo cargo Diana ganará 132 mil pesos mensuales, manejará un presupuesto de 361 millones de pesos anuales y será la responsable de las estrategias y políticas públicas para derechos humanos. No tiene el perfil para la chamba pero no importa: por sus manos transita el poder sanador del cosmos, conoce los secretos de Nero para desafiar a la Matrix y, lo más importante, cuenta con la aprobación del presidente que cada mañanera, desde su púlpito en Palacio Nacional, da cátedra de turbo Todología cinta negra master Shaolín.
¡Así no, prianlo!
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.