Ayer recibimos en la casa una llamada del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), la misma encuestadora que estuvo envuelta, hace unos años, en un escándalo de extorsión en Michoacán, en el que intentaron sacarle dinero a Fausto Vallejo, candidato del PRI, a cambio de ubicarlo en sus mediciones sobre su adversaria panista Cocoa Calderón, hermana del presidente Felipe de Jesús. Vallejo se negó y Cocoa apareció en las encuestas como virtual ganadora con una ventaja abismal. Vallejo ganó por madrina.
El Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), la misma empresa que en agosto de 2016 publicó que nuestro Supremo Inconsciente, Alejandro Moreno, era el gobernador mejor calificado del País. Últimamente han aparecido otras encuestas que ubican a Alito entre los tres o cuatro peores mandatarios de México, pero bueno, el GCE opinaba otra cosa en aquel agosto.
En esta ocasión, el GCE llamó para levantar una encuesta que se centraba en… ¡adivino usted! En el Peje Obrador, el villano único según decreto de Peña Nieto y sus aliados, y me hicieron cuestionamientos como este:
Conteste sí o no a lo siguiente:
¿Cree usted que López Obrador está loco?
¿Cree usted que López Obrador está envejecido?
Etcétera.
Las famosas encuestas inducidas, hechas no para saber qué opina la gente sobre algún tema sino para influir en la percepción del encuestado. En este caso, después de responder las barrabasadas con las que me bombardearon, acepté que el Peje está demente y decrépito, es amante de Nicolás Maduro, peluquero de Trump y organizó el “debate” entre Zavala y Ernesto Castillo.
Así de gruesa la guerra sucia contra el Peje. Todo el sistema, desde partidos políticos hasta medios de comunicación, desde los órganos electorales hasta las casas encuestadoras, empeñados en despedazar al “viejo loco”. Sus PRIvilegios dependen de eso.
Todo el sistema en contra de él, como si AMLO necesitara de un desembarco en Normandía para asimilar su derrota desde la pureza de sus intenciones y el consuelo de la legitimidad que no está en las urnas, sino en una república imaginaria donde los ríos son de leche y miel y el pueblo bueno no vende su voto ni participa en fraudes ni es el producto mejor construido de nuestro sistema político y modelo económico: el pobre que vota por los perpetradores de su pobreza.
¿Recuerda usted al Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE)? Después de su encuesta yo, que no tolero al Peje, terminé hastiado y furibundo por tamaña desfachatez. AMLO me parece nefasto pero odio más la trampa, el engaño, la manipulación, la estupidez, el cinismo de ese grupo de forajidos que desde sus diversas trincheras han postrado a México. El Peje puede ser hasta americanista, no me interesa, por ahora prefiero que se vayan al caraxo los PRIvilegiados.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.