El lunes 15 de febrero, la periodísta Lydia Cacho publicó en su columna de El Universal el caso de Rafael Muñiz López, sacerdote católico de San Pedro Apóstol, Veracruz, que fue aprehendido en junio pasado por almacenar y reenviar pornografía infantil. Bajo el alias “Lobo solitario”, Muñiz era parte de una red que operaba en el Distrito Federal, Hidalgo, Puebla, Aguascalientes, Veracruz y Yucatán, y generosamente compartía material con ciberpederastas de Estados Unidos, Rusia, España, Chile y Colombia.
Nos dice Lydia que el 22 de junio pasado se dictó auto de formal prisión al sacerdote, pero los abogados de la diócesis tramitaron un amparo porque “no se acreditó la distribución de pornografía como delito contra la moral pública”. En otras palabras, como el pastor sólo compartía el material con “un círculo cerrado de personas” y eso no es ilegal, pues fue liberado y alabado sea Dios.
En la liberación del padrecito participó el obispo de Jalapa, Hipólito Reyes, mismo que, según la periodista, defendió a Jesús Sandoval González, famoso violador de niños de la casa hogar “Pío López”. Hipólito Reyes hizo valer sus influencias en el gobierno estatal para evitar que la Procuraduría jarocha se entrometiera en asuntos que sólo competen a Dios, al ciberespacio y a “un círculo cerrado de personas”. Justo es decir que don Hipólito no tuvo que hacer gran cosa para que su oveja volviera a la libertad: en Veracruz las leyes protegen a los pederastas en tanto, nos dice Lydia, sus perversiones no vulneren la “moral pública”.
El “Lobo solitario” ya regresó a su parroquia en San Pedro Apóstol para seguir pastoreando su rebaño por los caminos de Dios, caminos en los que, según don Norberto Rivera, no hay cabida para los matrimonios gay. Presto a poner adjetivos cada vez más enérgicos, Rivera Carrera dijo a su feligresía que las uniones homosexuales son una aberración, y mejor ya ni le busquen con el sonsonete de las adopciones, que son ideas inspiradas por el demonio (esto último no lo dijo pero lo supongo).
El cavernal primate declaró lo anterior el mismo lunes en que Lydia Cacho publicó su artículo sobre el “Lobo solitario”, aunque, me parece, no se trata de una cortina de discriminación sexual para ocultar ese expediente, sino de un caso de gravísima miopía selectiva, que sólo ve la paja en el ojo gay y no la pederastia en sotana propia.
No entiendo cuál es el enojo de don Norberto. A mi modo de ver, una pareja gay más una criaturita adoptada formarían una bonita familia, como la Santísima Trinidad (EL padre, EL hijo y EL espíritu santo), y en el peor de los casos sería “un círculo cerrado de personas” que, como argumentaron los abogados de la diócesis en el proceso del “Lobo solitario”, no vulnera “la moral pública”.
La homofobia del cavernal primate está empezando a darme mala espina, hasta he llegado a pensar que es su muy personal forma de gritar ¡al ladrón, al ladrón! Pese a todo, es indiscutible que muchos comparten el desprecio del prelado hacia los homosexuales, lo que es muy triste, pero lo increíble es que un miembro de esa comunidad también le dé la razón a don Perberto. Tal es el caso de Jorge Pérez Lara, presidente de la Asociación Gay del Comité Territorial Municipal del PRI campechano.
Resulta que en el periódico Tribuna olvidaron por un momento su malsana obsesión contra Ruelas y realizaron una espléndida investigación sobre la situación legal de la comunidad gay en Campeche, en la que recogieron la opinión de Pérez Lara y éste, carajo, repitió letra por letra los prejuicios que el cavernal ha enarbolado desde siempre: “No estoy de acuerdo en adoptar, en mi caso no lo acepto… No estoy de acuerdo por nuestra forma de vivir, tampoco la sociedad nos acepta, y uno debe de estar consciente”, dijo.
No sé qué forma de vida tiene Pérez Lara, pero conozco homosexuales que han enfrentado la responsabilidad de criar hijos, sólos o en pareja, y han hecho bien su tarea; y si algunas veces el resultado ha sido decepcionante, como el de los niños educados por la pareja Emilio Azcárraga-Salinas Pliego, no creo que esto sea motivo suficiente para que el Estado, manipulado por la clerecía, discrimine a los homosexuales negándoles el derecho a formar una familia.
Lo deplorable es que para efectos de la lucha que libra la comunidad gay a favor del pleno reconocimiento de sus derechos, los rebuznos de Jorge Pérez Lara equivalen a visitar el baño del Bar-bar disfrazado de Salvador Cabañas. Qué barbaridad, con la ayuda de estos compadres, Lázaro, no necesitas norbertos.
*Este video lo bajé de You Tube e ilustra acerca de la calidad moral de quien llama aberrantes a las uniones gay.
**No entiendo por qué, dados los numerosos casos de pederastia perpetrados por miembros del clero, la comunidad gay no les ha pagado con la misma moneda, exigiendo ante las autoridades que los curas porten en su uniforme de trabajo, la sotana, la siguiente leyenda: “No se deje al alcance de los niños”.
La verdad es relativa, sólo la neta es absoluta.
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Escrito Por
Bestiómetro
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
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