El precio de los combustibles se ha desbocado, en algunos lugares ha llegado a los 24.99 pesos por litro y seguirá aumentando. Pero cuidado: esto no es culpa de AMLO como tampoco era una bendición trabajada por sus poderes mágicos que hace casi un año, en medio de la crisis del petróleo más gruesa de la historia, la gasolina haya bajado hasta los 14 pesos por litro.
Estas idas y vueltas son consecuencia de la Reforma Energética, que quitó la rectoría del estado y dejó los precios de los combustibles a merced de los vaivenes internacionales. Tan estúpido es culpar ahora a Obrador del alza como idiota fue él mismo al presentarse, hace unos meses, como responsable de que la gasolina costará menos.
Pero lo que sí es su culpa es que siga ahí, firme y desafiante, el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, IEPS, que incrementa el precio de cada litro de combustible en 5 pesos promedio.
El Peje, en su campaña eterna, prometió eliminar el IEPS; Nahle, senadora de la república 2012-2018 por Morena, ingresó una iniciativa para finiquitarlo; el Peje y sus candidatos, en 2018, juraron acabar con él y hasta grabaron un promocional.
Durante la época en que el Peje y Morena presionaban a Peña Nieto por el IEPS, el secretario de Hacienda, Meade, dio entrevistas donde explicaba por qué no podía suprimirlo: representa 250 mil millones de pesos anuales, sin este recurso muchos programas sociales desaparecerían.
El Peje y su feligresía reviraron a Meade exigiendo que los prianistas dejaran de robar, que con combatir la corrupción bastaba y el impuesto era sólo una losa más en la espalda de los ciudadanos.
Al llegar al poder, AMLO aclaró que el IEPS permanecería porque sin el dinero que aporta a las arcas de la nación muchos programas sociales desaparecerían. Sus seguidores, que insultaron a Meade por decir lo mismo, aplaudieron la originalidad, sensatez y dotes de estadista del obispo del platanar.
La gasolina casi ha llegado a los 25 pesos por litro pero ese pecado no es de AMLO; su culpa radica en que deberíamos estar pagando 5 pesos menos por litro pero se ha negado una y otra vez a respetar la palabra que empeñó como candidato, en este tema y en otros muchos, y al paso que va hasta el atole que sirve en La Mañanera incluirá impuestos.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.