Ya vieron, campechanos inconscientes, la infamia que han perpetrado?
Antes de la huelga de policías, esta mujer veía el mundo desde una camioneta blindada de varios millones de pesos, cerraba el tráfico del Malecón lo mismo para pedalear que para sus homenajitos a la bandera, se bañaba en Dom Perignon mientras recorría la bahía en yate, viajaba por el Mediterráneo en crucero de lujo llevando tras de sí a hijos y parásitos, en suma, era feliz saqueándonos y tratándonos como Layda trata a los mataperros que la chayotean;
…y hoy véanla, posando para la foto mientas la moja la lluvia, haciendo como que le interesa lo que digan los vecinos, ataviada con un traje que está muy lejos de sus uniformes de lujo y de aquel palazzo blanco que dejaba ver el águila calva, etcétera.
En suma, simulando que es lo que no es para ganarse el perdón.
Por suerte, los campechanos tenemos algo claro: gallina que come huevo ni que le hagan huelga los policías.
Besitos que gritan fuera Marcela,
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.