Estimado aunque masoquista lector: encuentre por favor las diferencias entre estas dos declaraciones:
El 29 de junio de 2004, el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, en pleno uso de sus facultades mentales, declaró lo siguiente:
“Nosotros ya presentamos una iniciativa que esperamos pueda ser tratada el periodo extraordinario, no hay ninguna razón por la cual deba de diferirse el tema de la seguridad, yo creo que si algo nos debe quedar muy claro es que es un asunto que urge no para mañana, para hoy, porque ya urgía el día de ayer”.
El 22 de septiembre del año de Nuestro Señor de 2008, el actual secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, en uso pleno de sus facultades mentales, declaró lo siguiente:
“La importantísima reforma Constitucional en materia de seguridad y justicia no puede ser aplicada en los hechos hasta en tanto no tengamos las reformas a las leyes secundarias que nos permitan hacer uso de estas herramientas y capacidades”.
Si encontró alguna diferencia, masoquista y no obstante estimado lector, entonces no queda la menor duda de que usted:
a) Es panista
b) Odia a Jorge Nordhausen
c) Le va al Cruz Azul
d) Es funcionario federal
e) Quiere ser candidato del PAN a lo que sea en el 2009
f) Todas las anteriores
En caso contrario, es decir, al revés volteado, o sea si no encontró ninguna diferencia, lector apreciado, es porque usted es bastante sensato: en efecto, no la hay. Pero no se vanaglorie de ello que el mérito no es tan grande. Ya desde finales de los setenta, mientras movía las caderas cual mulata caribeña enfundado en un traje de charro color rosado saturado de chaquiras, canutillos y lentejuelas, Juan Gabriel profetizó la terrible y triste historia de los clones de Gobernación. Por eso cantaba: “Te pareces tanto a Creel, que no puedes engañarme”.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.