(Si no le gustan los números, le basta saber que hoy se conoció que el hijo de Bartlett vendió a precios exorbitantes ventiladores respiratorios al IMSS, así que puede empezar a leer en el párrafo que inicia “En suma…”).
Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicada hoy revela que Cyber Robotics, negocio del hijo de Bartlett, vendió al IMSS de Hidalgo 20 ventiladores respiratorios por 31 millones de pesos.
Un millón 550 mil pesos cada uno.
Eso fue el 17 de abril. Ese día, el mismo IMSS de Hidalgo pagó a otra empresa, llamada Conduit Life, 880 mil pesos por un ventilador.
El 30 de marzo, el IMSS compró dos mil 500 respiradores chinos a razón de 888 mil pesos cada uno. Ese día, la Secretaría de la Defensa Nacional compró mil 330 ventiladores en 898 mil pesos por unidad.
Y el 20 de abril, el IMSS firmó un contrato para comprar esos equipos a razón de 983 mil pesos a una marca norteamericana, Bidcom Energy, y el ISSSTE compró a Médica D SA de CV en 980 mil pesos.
En suma, Bartlett hijo se la prolongó infamemente con sus precios, no obstante que sus ventiladores son de fabricación mexicana y no pagan impuestos por ingresar al país. Al conocerse esto, alguna publicación afirmó, con demasiada premura, que esos respiradores eran los más caros que se habían adquirido desde que inició el festival Covid 2020 en estos rumbos. Ja.
El hijo de Bartlett se defendió de inmediato. “El precio de compra se realizó de forma transparente y a precios razonables”, posteó en Twitter. La transparencia está un tanto en duda considerando el conflicto de intereses, dado que su papaíto es funcionario federal de primerísimo nivel y amigo del Presidente.
En época de austeridá republicana, este tipo de adquisiciones, que apestan a corrupción y anulan las promesas hechas por el Presidente, sólo pueden realizarse si la orden viene de muy alto, desde el Olimpo donde habitan las deidades de la 4T, a quienes el AMLO de otra época hubiera fustigado calificando esta infamia como el privilegio de hacer negocios carroñeros aprovechando las influencias del papá corrupto, neoliberal y fifí.
Pero faltaba el final orgiástico. Poco más tarde, el hijo de Bartlett decidió defenderse con otra estrategia y nada mejor en situaciones como esta, repugnante de todas las formas imaginables, que asumir la corrupción propia y declararla intrascendente habiendo otros más torcidos, y entonces acusó al gobierno de la CDMX, presidido por Claudia Shame-Baum, de haber adquirido ventiladores a un costo bestial: 2 millones 680 mil pesos por piocha. “Casi 2x lo nuestro”, escribió.
A estas alturas, AMLO debe aborrecer al hijo de su amigo y no tanto por los ventiladores, que es cosa mínima: al papá le perdonaron las veintitantas casas y 900 millones de pesos, sino por la traición a los cómplices: los de la misma especie son intocables y se les defiende siempre y como sea. A Shame-Baum sobre todo, que es amiga y protegida del fraile del totoposte. Además, tan fácil que es culpar de todo a Calderón, caraxo.
Ahora bien, papá Bartlett es otro nivel y será el encargado de seguir ensuciando la honra familiar con el cinismo que ha bañado de gloriosa mierda su biografía. No por nada es un manual de sobrevivencia. Cuando le corresponda salir a escena, con la frente en alto y la prestancia de un hidalgo priista dirá, siguiendo el guión con el que combatió el escándalo de sus mansiones, que no tiene nada que ver con su hijo salvo que comparten ADN. Chu chu chu.
La 4T.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.