Según Cuquito Argáez (esa cosa mínima que, según fuentes de la SSP, está construyendo un grande y bonito edificio de departamentos en Santa Ana), el actual gobierno colocó en toda la entidad 197 cámaras de vigilancia, 105 de ellas en lugares estratégicos de San Panchito de Campeche, y con eso combatió el mal con singular eficacia. Se apostó por la tecnología, dijo el secretario de Seguridad Pública hace un año.
Sin necesidad de recurrir a razonamientos complejos ni al esoterismo, puedo asegurarles que buena parte de esas cámaras fueron colocadas en el malecón de la ciudad capital, centro histérico y barrios tradicionales, las únicas zonas que importan a los gobernantes de esta aldea.
Hace dos días, cerca de 50 perros fueron asesinados en el malecón. El primer elemento extraño es el lugar del sacrificio. En Campeche los exterminios masivos se realizan en los hospitales. Además, los perros fueron envenenados, alguien los ejecutó, y eso agrava el asunto porque en nuestra entidad, por decisión del fiscal Juan Manuel Herrera, sólo existen suicidas.
Hace más o menos dos años hubo una epidemia de asaltos en los Oxxos de la ciudad. Ahí las cámaras funcionaron perfectamente bien y en el C5 supieron la identidad del ladrón: era el guarura de una familia acaudalada. La información llegó al goberladrón que decidió encubrir al delincuente por la entrañable relación que guarda con esa familia.
Es prácticamente imposible que el envenenador de perros haya burlado las cámaras en la zona más vigilada de Campeche. Tendría que ser invisible como un exgobernador en un evento del PRI. Por tanto, lo más probable es que estemos otra vez ante un aberrante encubrimiento de las autoridades, repitiendo la ceremonia ancestral donde la ley es humillada para beneficio propio, del amigo, de la familia, del grupo o del que paga.
Nop, no hay tecnología que valga ante vicios prehistóricos como el tráfico de influencias, y sin embargo debe ser un negocio fantástico rentar cámaras porque el pequeñito Cuquito Argáez, en la misma declaración en la que elogió la eficacia de la videovigilancia, anunció que el Supremo Idiota Moreno Cárdenas alquilaría otras mil para esparcirlas por el estado.
Mil 200 cámaras que sirven para un caraxo si usted, terror de los Oxxos o mataperros serial, tiene los apellidos adecuados, los amigos precisos, le trabaja a la familia debida o si es un perturbado mental en funciones de goberladrón que odia el mal aspecto que dan los perros callejeros a sus obras inútiles.
Una historia más del Campeche enfermo.
Besitos.
Tantán.
De pasada, les dejo la imagen del edificio de Cuquito Argáez en la calle Ciruela de Santa Ana, según señalamientos de sus propios policías.
Las declaraciones de Argáez pueden encontrarlas aquí: http://tribunacampeche.com/local/2018/03/12/por-camaras-de-vigilancia-mas-de-800-asegurados
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.