Las declaraciones de doña Gely Mouriño publicadas en Tribuna, al tiempo que incriminaron a Fernando Ortega, absolvieron a Rosado Ruelas en el asunto de la instalación del busto. Lo extraño es que esa absolución haya sido divulgada en el periódico que un día sí, el otro también, culpa al presidente municipal de Campeche hasta por los lechones que no ha tostado.
La respuesta, quizá, es que el odio incandescente contra los Mouriño está más allá de la fatigosa y absurda campaña contra Rosado Ruelas y de los acuerdos con el gobernador. Y como este último se atrevió a homenajear a Juan Camilo, entonces había que castigarlo para cortarle las alas definitivamente; ya fue suficiente con los sueños de libertad de Salomón. Como vemos, se trató simplemente de una jerarquización del rencor… y de un latigazo de advertencia.
La verdad es relativa, sólo la neta es absoluta.
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Escrito Por
Bestiómetro
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
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