Mientras maldecimos al conquistador en el idioma en que rezamos a la virgencita del Tepeyac que también hicieron favor de traernos, una nueva desgracia se cierne sobre los niños con cáncer: sus medicamentos fueron robados, dice la 4T.
El pasado 4 de octubre, a las 4:30 horas, 15 personas ingresaron a un almacén en Iztapalapa de NOVAG INFANCIA S.A.DE.C.V. y arrebataron 37 mil fármacos producidos por LABORATORIOS KEMEX S.A., empresa Argentina. Hasta aquí no hay enredos, vienen después.
Según Milenio, en la carpeta de la fiscalía dice que el vigilante de Novag demoró más de 24 horas en denunciar el asalto. ¿Por qué? No se sabe.
Inexplicablemente también, Cofepris se enteró del hurto 3 días después y lo más raro es que lanzó la alerta sanitaria hasta el día 10, cuando los medicamentos tenían 6 días en las calles. En esa alerta, Cofepris reconoció que, ¡ay!, esas sustancias no cuentan con registro sanitario.
Ni la fiscalía ni Cofepris quisieron enfrentar el desastre así que solicitaron a los padres de los niños que dieran la noticia, pero estos respondieron que para hacerlo necesitaban copia de la investigación del caso y los documentos que amparan la compra de los fármacos. No se los entregaron.
AMLO condenó al cártel farmacéutico por corrupto, lo culpó del desabasto, lo vetó y declaró que las Fuerzas Armadas cuidarían y distribuirían las medicinas. Así se hizo.
El primer lote se compró en Francia en septiembre de 2019 y el ahorro fue de 20 mil pesotes, una pérdida para la 4T porque esa empresa francesa con trabajadores franceses paga sus impuestos en su país.
En diciembre de 2019 llegó otro lote de Laboratorios Kelmex y en abril de este año supimos que esa empresa había ganado una adjudicación directa por 100 millones de pesos para surtir los fármacos, adjudicación impugnada ante la SFP por diversas irregularidades. Para Gatell fue un triunfo: ahorramos un 5 por ciento, dijo.
La inversión fue de 100 millones, el ahorro fue de 5 millones de pesos, la consulta de AMLO para enjuiciar a nadie costará 8 mil millones.
Ahora bien, se supone que las Fuerzas Armadas cubrirían sus armas de gloria cuidando medicinas, pero hace unos días 15 personajes renuentes a los abrazos las sustrajeron de la bodega de una empresa ligada al cártel farmacéutico que denunció AMLO hace varios meses. ¿Por qué esos medicamentos no estaban bajo resguardo de la milicia sino en posesión de los mortales enemigos de la 4T y por qué no había guardia protegiéndolos cuando en este país se transan todo, incluyendo las elecciones en Morena? Tampoco se sabe.
Por cierto, Novag Infancia contrató hoy seguridad privada.
Al ser interrogado sobre este drama, Gatell afirmó que todo está bajo control. Me derrumbe de impotencia, de miedo, de piedad por los críos. Al rato serán, inevitablemente, una plana que no se acurva y los que mueran se murieron.
Se fueron los “corructos” pero el desabasto de medicamentos no sólo persiste sino que se ha agravado generando un pujante mercado negro, sobre todo en Michoacán y Jalisco; la delincuencia organizada se está aplicando en el negocio. Y al fondo a la derecha quedan las víctimas, los niños, que antes recibían agua salina y ahora reciben nada, ni siquiera una muestra de empatía de la No Primera Dama que, ya sabemos, no es doctora.
En los últimos 9 meses han muerto mil 615 criaturas de cáncer. No obstante, el gobierno seguirá haciendo lo menos posible por ellos porque las prioridades son otras, pero si presionan tantito a AMLO tal vez merezcan una cortina de humo. Conquista y Papa ya están muy manoseados, mejor exigir a los ingleses que pidan perdón por habernos traído el fútbol de las amarguras mundialistas.
Luego los caricaturistas de La Jornada se darán vuelo dibujando a Calderón disfrazado de seleccionado jugando con una botella, inche Borolas, jajaja, que para eso su diario recibió 251 millones de pesos en 2019, dos y media veces más que lo invertido en tratar a los niños mexicas que hoy agonizan. Así AMLO habrá resuelto otro problema.
Besitos.
Tantán.
