Ayer, doña Jaguara asistió a una posada en un fraccionamiento de la capital campechana.
Esto no es raro: la goberladrona gusta de los baños de pueblo, distracciones que usa para justificar los 50 mil millones de pesos recibidos por su administración y de los cuales no existe rastro alguno, ni en obras ni en maquetas ni en un caraxo.
Lo raro es que esta vez doña Layda llegó con Jamile Moguel, amiga y después enemiga de Eliseo, militante de MoCi, luego de Morena y víctima de un atentado cuya autoría atribuye a Elibb, trance que le valió la nominación como candidata a la alcaldía de San Francisco de Campeche.
La presencia de Moguel en un evento patrocinado por Sansobres supone el uso ilegal de dinero público con fines partidistas, además de otros delitos y malas mañas de origen priista que la propia Layda Sansobres denunció cuatrocientas mil veces cuando candidata.
En suma, además de encabezar un gobierno errático, Layda hace hoy lo que maldijo ayer y con eso abre espacios para que la oposición gane terreno. Chido.
El único problema es que no hay oposición.
Entiendo la ausencia del PAN: la sociedad con Alito en las elecciones pasadas acabó con toda forma de vida azul; y en el mutismo del PRI tampoco hay misterio: su dirigencia sabe que el silencio se factura, así que la indiferencia ante las barbaridades del jaguar, como este placeo de Jamile, debe multiplicarse por miles de pesos.
Pero… ¿y MoCi?
¿Por qué los naranjas que estuvieron a unos pocos votos de ganar la elección a gobernador y administran el municipio más importante del estado se han callado?
Sí, además de Jamile, los mocistas tienen temas de sobra para desbaratar a la tía Layda y erigirse como la única opción política ante los campechanos hartos del jaguar, ¿por qué no lo hacen, por qué no señalan las torpezas de Layda, por qué no se oponen a la demolición de Campechito?
Vamos, es que ni siquiera actúan en defensa propia: tiempo ha que debieron pedirle a Eliseo que suspenda sus videos (sobre todo aquellos donde aparece Rosmery de Castamay) en los que no sólo hace el ridículo sino que le están creando una fama de sociópata nivel máster Shaolín turbo. Pero no. Nada.
¿Entonces, amiguitos, a qué juegan los naranjas si rechazan ser adversarios de la 4T y tampoco protegen a su criatura más redituable en términos electorales?
Layda ya mostró su intención: va a meterse en el proceso electoral del lado de Jamile y, por lo visto hasta ahora, tristemente, tendrá toda la libertad del mundo para sus marrullerías, porque a sus rivales le importa un caraxo la elección de estado que se nos viene encima.
Besitos.
Tantán.
Imagen tomada de Campeche Daily News.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
