Jesús y su hermano estaban festejando cuando, en el caos de la borrachera, la casa se les incendió. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó ahí pero la fiscalía determinó que hubo homicidio, al juez le pareció que las pruebas soportaban la acusación y Jesús fue enviado a esperar juicio a la galera de procesados número uno del penal de Kobén, la misma que habité casi dos meses. Jesús ya no conocerá la decisión de la justicia, hoy falleció de Covid.
Jesús fue, me dicen, la sexta o séptima víctima del virus. El dato no es exacto, proviene de los habitantes del Cereso que sólo pueden hablar al tanteo porque las autoridades han manejado todo en la más absoluta secrecía y a partir de criterios por demás excéntricos: a unos infectados los envían al área conyugal y a otros los dejan en sus galeras, y nadie sabe cómo eligen a cada cuál.
Hace tres semanas, en el momento más álgido de la pandemia, los PPL´s que permanecieron en galeras fueron abandonados a su destino. Total, ¿a quién le importan? Salieron del paso suministrándose lo que tuvieran a la mano, lo que sus familiares alcanzaron a llevarles antes de la suspensión de las visitas, lo que los encargados de la cocina robaban para venderles y con los medicamentos que bajaban de contrabando del área médica.
Me dicen mis fuentes que del total de PPL´s, unos 900, el 80 por ciento enfermó de covid; de hecho, hace unos días fue, por fin, personal de la Secretaría de Salud a aplicar 40 pruebas y 35 salieron positivas. Otra vez: los datos pueden no ser exactos porque un asunto de salud pública fue transformado por Aysa y su gente en un amasijo de secretos, silencios y omisiones que lo complica todo con el único fin de que nadie sepa el tamaño de la negligencia institucional.
(Por cierto, Aysa, ¿sigue siendo tuyo el negocio del abastecimiento de comestibles y otros productos del CERESO?)
Hoy en Facebook vi un video de una carroza fúnebre llegando al penal. El título decía: Otro muerto en Kobén. Me imagino que en esa nave transportaron a Jesús al crematorio más cercano.
Nota al ras: en el asilo de ancianos los contagios por covid también se han agravado y prevalece ahí la misma irresponsabilidad de las autoridades. Pero eso se los contará Ronny Aguilar en paginabierta.mx
Besitos.
Tantán.
Imagen tomada de Tribuna Campeche.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.