El PRI ya perdió. Las últimas encuestas dan a López Obrador una ventaja de 26 puntos sobre Anaya y 33 puntos sobre Meade, y cada punto porcentual equivale a 850 mil votos. 22 millones de votos son la diferencia entre el panista y el Peje, y 33 millones la distancia con el candidato ciudadano devorado por el tricolor. Y caraxo, el tabasqueño sigue creciendo como reflejo del enorme rencor y cansancio generados por la irresponsabilidad, ineptitud y corrupción de Peña Nieto y su generación Timbiriche.
Por tanto, si a usted le han extrañado las invitaciones hechas por el presidente del CEN del PRI a Anaya para sumarse a Meade en la carrera hacia el triunfo y las encuestas que colocan al priista en segundo lugar, le explico: Meade ya no repuntó, Anaya ya fue, y caballadas como la invitación al Chico Maravilla son parte del pleito en el fondo del charco para pelearle al PAN las diputaciones federales y senadurías que los priistas necesitan para mantener algún espasmo de vida durante el gobierno de AMLO. Eso es todo.
Les recuerdo que el 70 por ciento del financiamiento público que reciben los partidos se calcula de acuerdo con el porcentaje de votos que obtuvieron en la elección de diputados inmediata anterior.
Y cuidado: si usted es burócrata o empleado de alguna empresa vinculada al PRI y han llegado a molestarlo exigiéndole la credencial de elector, incluso lo han obligado a recolectar las credenciales de amigos y vecinos, sepa que la razón NO es darle seguimiento a su voto para conocer por quién tachará finalmente la boleta, porque esa información es imposible de obtener. Se trata de algo más simple: intimidarlo. Es una medida preventiva del PRI-Gobierno, que sabe la madriza que le espera el primero de julio y se protege ahora que pueden coaccionar y amenazar impunemente.
Nos vemos mañana.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.