Lo recuerdo como si hubiera sucedido hace apenas un minuto. En su informe del 7 de agosto, don Jorge Carlos anunció la instalación de un megacomplejo automotriz y electrónico entre Hecelchakán y Calkiní, con una inversión total de 1,800 millones de dólares que correrían a cargo de Bering Corporation de México, cuyo presidente, Julio Cesar Berthely Noguera, fue distinguido por el gobernador y aplaudido a rabiar por funcionarios y demás especies mutantes invitadas. Según datos conservadores, este aviso de Hurtado Valdez fue la inyección de esperanza, en su versión industrial, número 2,684 que recibimos los campechanos a casi 150 años de habernos convertido en Entidad Federativa, libre y soberana, con defectos y virtudes, suave como gaviota pero felina como leona, etc.; y la verdad que todavía sentimos bien bonito cuando nos musitan al oído estas promesas de industrialización.
Y como para corroborar que esta vez si iba en serio el asunto, el 10 de agosto nos recetaron un desplegado en la prensa local que decía: “Bering Corporation de México felicita al C.P. Jorge Carlos Hurtado Valdez, gobernador constitucional del Estado de Campeche, con motivo de su IV Informe de Gobierno, y ratifica el sacrificio suscrito para desarrollar el complejo tecnológico automotriz, en la zona del Camino Real, que vendrá a fortalecer el empleo y bienestar social del pueblo campechano. Julio Cesar Berthely Noguera, Presidente.” Y nos lo repitieron al día siguiente, sólo que cambiaron sacrificio por compromiso, quién sabe por qué.
Fue entonces cuando a un primo mío que tiene hemorroides se le ocurrió buscar en Internet datos complementarios sobre esa empresa que, según nos contaron, realiza el ensamble y comercialización de Daewo, Kia, Hyundai y Samsung, y que en sus ratos libres fungiría como la salvadora de Campeche.
La investigación concluyó tristemente: salvo los enlaces que reproducen el anuncio del gobernador Hurtado Valdez, no existe en la red ninguna página de Bering Corporation de México. Si tomamos en cuenta que hasta “La mamá de las tortas” tiene su sitio web, es más que sospechoso que una corporación que representa marcas tan importantes y se dice capaz de invertir 1,800 millones de dólares, no exista en Internet. Aquí fue donde mi primo, el de las almorranas, empezó a cobijar algunas malolientes dudas.
Para colmo, el lunes pasado, en la columna “Gente detrás del dinero” de Mauricio Flores que publica Milenio Diario, apareció esta nota que da una idea de la calidad moral del presidente de eso que hipotéticamente de llama Bering Corporation de México, Julio Cesar Berthely Noguera. Ahí les va:
“Involucran a Hyundai en escándalo de Líneas Aéreas Azteca
“Dos cosas son seguras: una, que el subsecretario de transportes Manuel Rodríguez no autorizará que Líneas Aéreas Azteca (LAA) vuele de nuevo mientras sus dueños no demuestren solvencia económica; dos, que Julio Berthely, Marcelo Manfredi y Pablo González Ulloa no pueden pagar los 50 millones de dólares pactados con Leonardo Sánchez Ávalos y por ello, se sabe, buscan a toda prisa quién les compre las tres series accionarias de la
aerolínea.
”Y dado que el incumplimiento coloca al Trío Maravilla como presunto culpable de fraude genérico, abuso de confianza y administración fraudulenta, la defensa legal de Sánchez Ávalos solicita a la coreana Hyundai, que preside Song Rae Cho, revele si en realidad está asociada con Julio Berthely para, en su caso, reclamarle funja como aval solidario en la compra de LAA.
”Vaya, no se puede dejar de lado que en agosto pasado Hyundai fue presentada con bombo y platillo durante el informe de gobierno del campechano Carlos Hurtado como socio de Berthely Noguera para abrir una ensambladora de autos en la entidad invirtiendo mil 850 millones de dólares.”
Supongo que el gobernador, junto con su gabinete económico y los muchos asesores que cobran puntualmente en la Coordinación a cargo del siempre simpático Coquín Lavalle, analizaron concienzudamente en qué se estaban metiendo; y supositorio también que la Bering y su presidente Julio Berthely salieron bien librados del examen y por ello don Jorge Carlos se atrevió a proclamar la buena nueva de la industrialización durante su IV informe.
Sin embargo, no dejo de darle razón a mi primo, el de las hemorranas, cuando alucina con el Hamlet de Shakespeare y afirma que algo huele a podrido en el Camino Real. Ojalá me equivoque y se haga realidad el pregón gubernamental, pero me parece que esto no es mas que el preámbulo de la siguiente dosis de ilusión, la número 2,685, y después la 2,686… y así hasta el infinito.
Besitos.
Tantán.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.