En esta imagen vemos a una real luchadora de izquierda, una líder proletaria al natural, poco antes de ser devorada por inmoralidades burguesas como la asesoría de estilistas y maquillistas profesionales, las crueldades de la ortodoncia o a la adicción a la ropa de diseñador.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.