Todos estamos de acuerdo en que Peña Nieto es un delincuente, ¿verdad? Un hombre que dilapidó los bienes de la nación y se embolsó buena parte de ellos. De acuerdo. Pues bien, ese pillo malévolo destinó durante su último año de mandato mil 932 millones de pesos a la renta de vehículos, un gasto enorme para un país anémico que en ese tiempo trataba a sus niños con cáncer con agua salada. Criminal.
Todos estamos de acuerdo en que AMLO es el salvador, ¿verdad? Un hombre que, según meme reciente, camina con la espalda doblada porque carga con la responsabilidad de convertir a México en la Tierra Prometida. De acuerdo. Pues bien, durante su primer año de gobierno, 2019, el Peje destinó 6 mil 443 millones de pesos en renta de vehículos, un incremento del 233 % con respecto al último año del archivillano Peña.
Resulta entonces que el mandatario de la austeridá republicana derrocha más dinero en renta de vehículos que el opulento neoliberal fifi conservador Peña Nieto, tal y como consta en Compranet, “la plataforma donde, por ley, la administración Federal debe publicar todas sus contrataciones”.
Para ponerlo en perspectiva, por la no-rifa del avión presidencial AMLO espera recaudar 3 mil millones de pesos, que repartirá así: 100 premios de 20 millones de pesos y el resto, mil millones, para el Sector Salud y para el mantenimiento de la nave en tanto la venden. Para apoyar esta buena obra, usted tiene que comprar un cachito de 500 pesos porque el saqueo prianista y la terquedad de comprar un avión faraónico dejaron el erario destrozado.
Pero en tanto usted compra cachitos de fe para hidratar las finanzas nacionales, AMLO gasta el equivalente a la recaudación de dos no-rifas en renta de vehículos, putrefacción que los gobiernos prianistas pusieron de moda y que creció inexplicablemente durante sus primeros 365 días como Mesías tenochca.
Las consecuencias de esta extraña concepción de austeridá están a la vista: en el tema muy sensible de los niños con cáncer, el inefable Peña Nieto le daba agua con sal a esas criaturas mientras que el rescatista celestial de la patria, el Amado Líder AMLO, no les da ni agua porque canceló el Seguro Popular y en su lugar instauró el Insabi, que no se sabe bien a qué se dedica; también canceló la compra de medicamentos porque había mucho “corructo” metido en ese negocio pero olvidó comprarlos él, y a pesar del sufrimiento que ese olvido causó se niega a dar la cara a los padres de los enfermitos porque la sensibilidad y la misericordia sólo las ejercita cuando va a saludar a una pobrecita señora de 92 años que es la mamá del Chapo.
Desgraciado Peña Nieto.
Besitos.
Tantán.
Caricatura de Armando Aguayo Rivera.
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Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.
