Qué ganas de que inauguren la ciclovía de la Av. Gobernadores para ver desde ahí el Central Park Moch York, las fuentes danzarinas en medio del mar como en Dubai y a lo lejos, en la colina, el Versalles tropical, mansión de nuestro faraón de cumbia y huarache y santuario del botox, dios subalterno que premia las plegarias con rejuvenecimientos urgentes.
Qué gozo vivir en estos tiempos de viajeros estacionarios.
Besitos.
Soy aborigen champotonero, licenciado en Ciencias Ocultas y Administración Púbica, adicto a los Pumas de la UNAM y a las tortas de cochinita de Sacha, feliz de haber pasado media vida en reventones, orgías y actividades similares y afligido por haber desperdiciado miserablemente la otra mitad, y dedicado al periodismo para cumplir fielmente la profecía de mi abuelo Buenaventura Villarino, hombre sabio y de fortuna, que más o menos decía así: “Estudia mucho, hijo, o acabarás de periodista”. Besitos. Tantán.